Nos gustaría detenerlo, volver atrás, que muchos momentos fueran eternos y hacerlos nuestros. Pero no somos dueños del tiempo, ni siquiera de nosotros mismos.
A veces tratamos de capturar ese momento con una fotografía para tener un recuerdo más, pero los mayores recuerdos se encuentran en nuestro interior, en nuestro ser más profundo. Nuestra memoria todo lo registra, una palabra, una imagen o un sonido, aunque no seamos conscientes.
La conexión
Al conectarnos con nosotros mismos, es cuando si detenemos el tiempo. Lo detenemos para no trabajar, evadirnos o no pensar.
Volvemos a conectarnos con nuestro niño/a interior. Empieza esa lluvia de recuerdos, palabras que te dicen mucho, una risa, una caricia y esos momentos que ya no recordabas. Pero de repente aparecen y es como si se hubiese abierto la caja de pandora, te emocionas, vuelves a vivir ese momento que ya habías olvidado.
Quizá esa conexión te haya llevado a darte un mensaje: El tiempo no disfrutado es tiempo perdido, vive tu vida, no la de los demás, no dejes que te engañen, y disfruta cada segundo de tu vida como si fuese el último.
Parar el tiempo
Cuántas veces hemos visto un atardecer y queremos parar el tiempo capturándolo con nuestra cámara de fotos, o volver atrás atrás en el tiempo para pasar más tiempo con una persona que ya no está con nosotros…
Pero la vida es sólo un tiempo, y qué bonito es. ¿Cuánto tiempo falta ? No lo sabemos ni somos dueños.
PD: Disfruta todo el tiempo del mundo, de la gente de cada instante porque nunca sabes cuál será el último.
¿Cómo podemos retroceder?
Cuando quieras volver atrás, recuerda conectar con el mayor álbum de fotos que está en tu interior. Pregúntale a qué momento quieres ir y te llevará de viaje el tiempo que desees.
¿Te parece mágico? Sí, lo es, y tú también puedes hacerlo, todos tenemos esa capacidad, así es como de verdad retrocedemos.
Desde En Manos de Nara te ayudamos a conectar a que encuentres tu mismo las respuestas gracias a la técnica cráneo-sacral, ¿te animas a probarla?
Las técnicas naturales que aplicamos, no sustituyen ni excluyen la atención o el tratamiento médico o farmacológico convencional prescrito por los profesionales sanitarios.