Todo comenzó en la infancia cuando días tras día tenía molestias en la tripa, me sentía pesada, estreñida. Pero nadie me decía el porqué.
Recuerdo en un campamento que estuve 12 días sin defecar, parecía que tenía una bomba dentro de mí.
En otro campamento recuerdo el vomitar los macarrones con tomate y las monitoras me decían que era porque comía muy rápido.

En el cole era la rara. No podía hacer los ejercicios en educación física porque tenía cada vez molestias más fuertes en la tripar. Muchos días fueron los que fuí a urgencias, pero todo era normal, salvo estar estreñida.
En aquel entonces un supositorio  era la solución. Pero el estreñimiento y las molestias de tripa continuaban y ningún médico ni nadie me daba una explicación.

A la edad de 14 años llamo mi madre a una persona que tocaba los pies y te decía lo que tenías, lo que ahora conocemos como reflexología podal y me dijo que tenías muchos problemas estomacales que me tenía que cuidar. Eso fue algo que se me quedó gravado, y empecé a investigar y cuidarme.

¿Qué medidas adopté?

Deje el café y la cerveza  porque me sentaba fatal. El trigo no podía  comerlo porque no hacía bien las digestiones y me daba molestias de cabeza, gases y  estreñimiento.
Con la alimentación según el grupo sanguíneo descubrí que estas cosas no le iban bien a mi grupo sanguíneo. Los médicos me decían que yo misma me tenía que dar cuenta de lo me sentaba mal, pero sin explicación ninguna de porqué tenía tantos problemas con mi tripa.
Descubrí la espelta (el trigo primitivo) y llevar un alimentación saludable, fue un cambio en mi vida. Se  corrigió el estreñimiento y me di cuenta de que soy intolerante al trigo, al de ahora que está tan modificado genéticamente.

Gracias a estudiar dietética y nutrición he aprendido muchos más conceptos y entender la fisiología del cuerpo humano. Con estos conocimientos, la naturopatía, técnica cráneo sacral y liberación somato emocional he descubierto el origen de las molestias en la tripa.

Conclusión

El buying durante  mi infancia y sentirme reprimida hacía que no digería la comida, porque yo no digería esa situación en el cole, la tragaba, pero no lo contaba en casa.
¿Sabéis quien lo ha pagado? Mi sistema digestivo. Sin embargo,  a mi como persona me ha hecho no solo crecer, sino ser más fuerte. A día de hoy doy gracias a esas personas que han hecho que sea la persona que soy ahora.
Hoy en día un gran numero de población padece algún tipo de alteración en su sistema digestivo.

Desde En Manos de Nara , os puedo recomendar llevar un alimentación saludable, complementos alimenticios, técnicas como cráneo sacral o  naturopatía, nos pueden dar unas herramientas muy valiosas para afrontar nuestros problemas. En nosotros esta la respuesta, solo la tenemos que encontrar.

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Las técnicas naturales que aplicamos, no sustituyen ni excluyen la atención o el tratamiento médico o farmacológico convencional prescrito por los profesionales sanitarios.