En el esquí hay circunstancias que pueden complicar la actividad y provocar que tengamos que parar. Entre ellas destacan las condiciones climáticas adversas, que disminuye la capacidad física y puede causar que la capacidad de reacción a imprevistos y la resistencia a la fatiga disminuyan.
Hay factores que pueden acabar con la práctica del esquí, como son las molestias musculares.
Causas de las molestias
- alta de preparación física. El esquí es un deporte que requiere una buena forma física porqué se combina resistencia, flexibilidad y fuerza. Por este motivo es necesaria una preparación previa de esta musculatura
- Cansancio. La mayoría se producen en las fases de cansancio, porque nuestra atención está disminuida. Debemos de hacer descansos y paradas según nuestro grado de fatiga.
- Falta de hidratación e ingesta inadecuada. Cuando se realiza ejercicio intenso a bajas temperaturas se pueden producir grandes pérdidas de líquidos sin tener sensación de sed. Es importante el aporte de líquidos antes, durante y después del ejercicio. Esto contribuye a retrasar la fatiga y mejora el rendimiento.
- Material incorrecto. La ropa ha de ser cómoda, transpirable y antideslizante. La bota ha de adaptarse anatómicamente al pie, y ha de permitir movilizar los dedos, pero no el pie ni el talón. El pantalón y goma por encima de la bota para evitar que entre nieve. Las fijaciones han de ajustarse en función del peso y nivel del esquiador. El casco es fundamental para evitar lesiones en el cráneo y la cara. Las gafas han que ofrecer una buena protección.
- Mala calidad de la nieve. La calidad de la nieve puede variar en poco espacio de tiempo, especialmente a final de temporada. Hay muchas condiciones donde el esfuerzo físico requerido es superior y si ocurre al final del día las posibilidades de molestias agudas son importantes.
¿Cómo podemos evitarlas?
- Con una correcta preparación física previa, reforzando aquellas partes del cuerpo más utilizadas con deportes como el ciclismo o ejercicios aeróbicos.
- Realizar calentamientos antes de esquiar y estiramientos al finalizar.
- Mantener una correcta postura y evitar los giros bruscos de la rodilla.
- No esquiar más de tres horas, más de tres días seguidos o después de las tres del medio día.
- Cuando notemos algún síntoma o sensación de molestia acudir al Osteópata, y darnos mínimo un masaje al mes en piernas, glúteo y lumbares.
Las terapias naturales que aplicamos no sustituyen ni excluyen la atención o el tratamiento médico o farmacológico convencional prescrito por los profesionales sanitarios.
Desde en Manos de Nara te ayudamos en tu mejoría si has tenido alguna molestia, o como evitarlas y fomentar tu bienestar.