La práctica del ejercicio conlleva a un aumento de la sudoración y por lo tanto una hidratación en nuestro organismo. Para un adulto, la ingesta de agua recomendada en condiciones normales es de alrededor de 2 litros diarios, pero esta cantidad puede ser muy superior en caso de climas cálidos y con la práctica de una actividad física intensa.
¿Qué cantidad debemos ingerir?
Más de un 60% de nuestro organismo está compuesto por agua. Al realizar cualquier actividad física, se pierde parte de ésta a través del sudor. Por ello, es muy importante beber agua antes, durante y después de la práctica de deporte.
Las necesidades hídricas pueden variar en cada individuo dependiendo de factores como: la edad, el sexo, la intensidad y duración de las posibles actividades físicas que realicemos, las altas temperaturas y la humedad ambiental, el tipo de ropa y la tasa de sudor individual de cada persona.
Consecuencias de una falta de hidratación:
Cuando no se repone el líquido perdido durante el desarrollo de una actividad física o deporte se llega a un estado de deshidratación que puede desembocar en efectos secundarios que repercuten, no sólo en la disminución del rendimiento físico sino tener graves consecuencias como el golpe de calor.
Beneficios de una buena hidratación:
- Facilita el transporte de nutrientes, vitaminas y minerales por el organismo.
- Activa las enzimas esenciales para suministrar la energía que necesita el cuerpo.
- Favorece la eliminación de impurezas y toxinas del organismo.
- Lubrica y proporciona soporte estructural a los tejidos y articulaciones.
Mantener un equilibrio hídrico constante durante el desarrollo de cualquier actividad física o deportiva, tiene un papel de vital importancia en la regulación de la temperatura corporal, ya que durante el ejercicio físico entorno al 75% de la energía empleada se disipa en forma de calor. Gracias a la evaporización del sudor a través de la piel, el cuerpo es capaz de mantener la actividad muscular sin producirse una elevación excesiva de la temperatura corporal.
Consideraciones a tener en cuenta:
1. No esperar a tener sed.
2. Tomar medio litro de agua 15 minutos antes de la actividad física. Otro medio litro mínimo durante el ejercicio, en pequeños sorbos cada 10-15 minutos, y beber otro medio litro después de la actividad.
3. Beber al menos medio litro más de agua con sal o bebida isotónica. Esto ayudará a reponer las pérdidas, no solo de agua, sino también de sales minerales.
4. Pesarse antes y después del ejercicio físico. Debemos reponer el 150% del peso perdido.
5. Aunque es más importante la pérdida de agua que de minerales, en ambientes calurosos es preciso tomar una bebida con sales minerales (entre 0,5-0,7g/L de sodio), ya que nuestro cuerpo pierde sodio, potasio y cloro en el sudor.
6. En actividades superiores a una hora de duración, es recomendable que la bebida isotónica contenga azúcares en una concentración del 6%-8%, es decir, 6-8g de azúcares por cada 100 ml de bebida.
Las técnicas naturales que aplicamos, no sustituyen ni excluyen la atención o el tratamiento médico o farmacológico convencional prescrito por los profesionales sanitarios.
Desde En Manos de Nara te ofrecemos un servicio de asesoramiento alimenticio que se adapta a tus necesidades en función del ejercicio que hagas.
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